En términos de empleo, el green card condicional es lo mismo que un green card sin ninguna restricción. En consecuencia, al igual que cualquier inversionista EB-5 con estatus de residente permanente, un inversionista EB-5 con un green card condicional puede vivir y trabajar en cualquier lugar dentro de los Estados Unidos.
Un factor que los posibles inversores pueden querer tener en cuenta a la hora de seleccionar un proyecto es la ubicación. Actualmente, el monto de inversión umbral es de USD 1.050.000. Sin embargo, para proyectos ubicados en un área de empleo específica (TEA, por sus siglas en inglés), el monto mínimo de inversión es de USD 800.000. Este monto de inversión más bajo podría resultar beneficioso y atractivo para muchos posibles inversores EB5.
Hay dos categorías para las áreas TEA. Las TEA rurales se refieren a regiones fuera de las áreas estadísticas metropolitanas, según la definición de la Oficina de Administración y Presupuesto. Por lo general, una TEA rural es una ciudad o pueblo con una población de menos de 20.000 personas. Por otro lado, las TEA con alto desempleo suelen ser ciudades o pueblos con una población superior a 20.000 habitantes. Para ser apta para la designación TEA, el área debe tener una tasa de desempleo que sea un 150% mayor que el promedio nacional.
Para los inversionistas EB-5 que planean invertir directamente, la ubicación es especialmente importante porque se espera que estén muy involucrados en la gestión y las operaciones diarias de la nueva empresa comercial (NCE, por sus siglas en inglés). Es probable que el nivel de participación requerido requiera una cierta proximidad física a la empresa en sí, lo que hace que la ubicación del proyecto sea un factor importante a considerar para los inversores directos.
Sin embargo, para los inversionistas EB-5 que planean invertir a través de un centro regional, la ubicación puede ser de importancia secundaria, ya que los inversionistas indirectos no están obligados a participar en la gestión del negocio; su papel se limita a la toma de decisiones políticas. Esta indulgencia en lo que respecta a la responsabilidad de gestión da a los inversores indirectos la libertad de vivir al margen del proyecto en el que invierten.