El simple hecho de transferir un negocio a los Estados Unidos e invertir capital en ese negocio no calificará a un ciudadano extranjero para una visa EB-5. Calificar para una visa EB-5 implica invertir en una nueva empresa comercial (NCE, por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos. Esta empresa debe generar un mínimo de 10 puestos de trabajo a tiempo completo y a largo plazo para trabajadores estadounidenses autorizados. Transferir un negocio y adquirir una visa EB-5 son esfuerzos desafiantes y complicados: se recomienda encarecidamente a los ciudadanos extranjeros que busquen el asesoramiento de expertos de la industria antes de comenzar el proceso.
Los posibles inversores pueden preguntarse si pueden invertir directamente en un negocio existente. Si bien esto está permitido por los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), los inversores deben ser conscientes de que hacerlo hace que sea más difícil demostrar que el negocio es una verdadera NCE.
Un negocio existente puede calificar como una NCE siempre que se haya creado después del 29 de noviembre de 1990 y cumpla con uno de los siguientes criterios: o bien la adición de fondos de inversión EB-5 contribuye a un crecimiento del personal o del patrimonio neto de al menos el 40%, o el negocio original se expande y genera nuevos negocios. Para esta última opción, el nuevo negocio debe diferir significativamente del negocio principal en estructura e instalaciones. Los ajustes superficiales en la marca no calificarán al nuevo negocio como una NCE.
Los posibles inversores también deben tener en cuenta que la cuota de creación de empleo se cumple de manera diferente según las empresas existentes. Por lo general, no se puede contar el empleo existente. Si un inversionista desea contar los puestos previamente establecidos, tendría que demostrar que no obtuvo ninguna marca comercial u otros activos anteriores y que el negocio se había derrumbado antes de la infusión de capital de financiación EB-5. El inversionista también podría proporcionar el número de personal de trabajo antes de la inversión EB5 y demostrar cómo la empresa creará el número necesario de nuevos puestos de trabajo mientras mantiene los puestos existentes.
Si una empresa EB-5 califica como un negocio con problemas, esto permitiría a los inversores contar las posiciones existentes para su cuota. Un negocio con problemas se define como haber operado durante al menos dos años y haber sufrido una pérdida neta de un mínimo del 20% en los 1-2 años anteriores a la presentación del Formulario I-526.