Es comprensible que los inversionistas EB-5 quieran minimizar su riesgo financiero; deben gastar una suma significativa, generalmente USD 1.050.000 o USD 800.000, para calificar para una visa EB-5. Además, quieren aumentar sus posibilidades de recibir el estatus de residencia permanente condicional. Como el proceso de inversión EB-5 requiere mucho esfuerzo y lleva varios años, es crucial que los inversionistas investiguen a fondo los proyectos potenciales para que puedan invertir con confianza.
Los inversionistas tienen una variedad de recursos a su disposición para evaluar proyectos EB-5. Los abogados de inmigración que tienen experiencia trabajando con el programa EB-5 pueden ofrecer a los inversionistas la mejor orientación durante este proceso, ayudándolos a minimizar su riesgo de inmigración y asegurando que los proyectos potenciales cumplan con todos los numerosos requisitos de USCIS. Dado que los inversionistas EB-5 deben estar en guardia contra proyectos fraudulentos o sospechosos, los abogados de inmigración pueden brindar consejos invaluables.
Para minimizar su riesgo financiero, los inversores deben contratar a un asesor de inversiones para que investigue el proyecto. Los fondos prestados del proyecto, la cantidad de capital de inversión EB-5 y los porcentajes de capital del desarrollador son factores financieros importantes a considerar.
Los inversionistas y sus consultores EB-5 deben buscar varios rasgos al evaluar proyectos potenciales. Por ejemplo, el centro regional del proyecto debe tener un historial prometedor. No debe tener un historial de denegaciones de visas a menos que pueda proporcionar explicaciones razonables para esas denegaciones. Los centros regionales que ya han estado trabajando con USCIS durante algún tiempo probablemente sabrán cómo lidiar con cualquier contingencia y cumplir con éxito los requisitos del programa para inversionistas.
El proyecto en cuestión debe ser aprobado oficialmente por USCIS, y cualquier licencia o permiso adicional debe ser otorgado. Además, los inversores deben asegurarse de que el proyecto está preparado para crear más puestos de trabajo que el número mínimo requerido (10 por inversor). De esta manera, los inversores no se quedarán cortos en el requisito de creación de empleo si el proyecto experimenta contratiempos imprevistos.
