Los requisitos de elegibilidad para la exención fiscal sobre bienes inmuebles varían de un estado a otro. Como regla general, cualquier persona que tenga el derecho legal de poseer bienes raíces puede ser elegible para la exención del impuesto sobre la propiedad familiar. Sin embargo, la normativa es complicada. Sería prudente que cualquier inversionista busque la ayuda de un consultor con experiencia en el sector EB-5 para obtener orientación durante todo el proceso.
Cualquier persona puede poseer bienes raíces en los Estados Unidos, independientemente de su estado de ciudadanía. En esencia, la exención de la vivienda familiar es una exención fiscal para los propietarios que cumplen con los criterios de elegibilidad. Permite a un propietario proteger el valor de su casa, reducir los impuestos y, en caso de muerte o quiebra, proteger el inmueble ante los acreedores. En términos generales, una persona que busca una exención debe poder demostrar que su vivienda es su residencia principal, el lugar en el que vive la mayor parte del tiempo. Esto significa que cualquier inversionista que no sea un residente permanente legal puede tener dificultades con la elegibilidad para la exención de vivienda.
Un inversionista EB-5 a quien se le ha otorgado el estatus de residente permanente condicional disfruta de los mismos beneficios que un residente permanente legal. Efectivamente, si un inversionista compra una casa durante su residencia permanente condicional, puede ser elegible para la exención de vivienda familiar. Debido a que las leyes varían según el estado, es responsabilidad del propietario comprender los requisitos de elegibilidad del estado donde vive.
Para obtener el estatus de residente permanente, un inversionista EB-5 debe presentar el Formulario I-829 para solicitar que se eliminen las condiciones de su estatus. Una vez que esto haya sido aprobado, será efectivamente un residente permanente legal. En estos casos, comprar una casa y solicitar la exención del impuesto sobre la vivienda puede ser complicado. El manejo adecuado de toda la documentación desde el principio hasta el final del proceso es esencial para limitar los retrasos y las posibles denegaciones. Cada inversor debe asegurarse de llevar a cabo su diligencia debida para tener un proceso lo más fluido posible.