Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han anunciado que requerirán que los solicitantes de tarjetas verdes se vacunen contra COVID-19. Esta medida entrará en vigor el 1 de octubre de 2021.
Es importante tener en cuenta que los inversionistas EB-5 que presenten el Formulario I-526– Petición de inmigrante por inversionista extranjero, no necesitan estar vacunados. El requisito de vacunación se aplica solo a las personas que solicitan tarjetas de residencia, como los inversionistas EB-5 con peticiones I-526 aprobadas. Los inversionistas EB-5 que ya viven en los Estados Unidos y tienen una visa de inmigrante deberán vacunarse para ser elegibles para el estatus de residente permanente condicional.
Ciertos solicitantes de la tarjeta verde pueden estar exentos del requisito de la vacuna. Por ejemplo, los solicitantes que sean demasiado jóvenes para recibir una vacuna o que tengan una condición de salud subyacente que les impida hacerlo, no tendrán que vacunarse.
El programa EB-5 y COVID-19
Desde el comienzo de la pandemia, COVID-19 ha causado dificultades a innumerables inversionistas EB-5, desarrolladores de proyectos y otras partes interesadas. Por ejemplo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS), que supervisa el programa de inversión EB5, se vio gravemente afectado por la pandemia. Las prohibiciones de viaje generalizadas y las restricciones de inmigración dieron como resultado una desafortunada disminución en las peticiones de inmigración durante 2020. USCIS depende en gran medida de las tarifas de solicitud para financiar sus operaciones, por lo que la agencia entró en una crisis financiera.
La situación era tan grave que USCIS anunció que dejaría sin cargo al 70% de sus empleados en agosto de 2020. Trece mil puestos de trabajo se habrían visto afectados por esta medida. Además, los lentos tiempos de procesamiento de las peticiones I-526 habrían empeorado aún más para los inversionistas EB-5. Afortunadamente, el 25 de agosto de 2020, USCIS anunció que podía evitar el cese de operaciones mediante la reducción del gasto y el aumento de sus ingresos. Un proyecto de ley de financiación posterior autorizó tarifas de procesamiento más altas para ayudar a USCIS a volver a la solvencia.
Además de dañar las finanzas de USCIS, la pandemia también afectó a muchos proyectos de inversión EB-5 existentes. Debido al impacto económico adverso, muchos desarrolladores de proyectos se vieron obligados a cesar sus operaciones. Por supuesto, esto no solo fue perjudicial para los desarrolladores de proyectos; es posible que los ciudadanos extranjeros que habían invertido en estos proyectos no hayan podido crear los 10 puestos de trabajo requeridos por USCIS. Las industrias del turismo, la hospitalidad y el desarrollo inmobiliario, las cuales son esenciales para la industria de inversiones EB-5, se vieron particularmente afectadas.
Gracias al lanzamiento de la vacuna, Estados Unidos se está recuperando lentamente del COVID-19. Los inversionistas potenciales de EB-5 que buscan proyectos abiertos deben consultar con un abogado de inmigración confiable que pueda ayudarlos a cumplir con las regulaciones del programa de inversión EB-5.